martes, 19 de agosto de 2008

Chichén Itzá


Chichén Itzá es uno de los principales sitios arqueológicos vestigio de una de las civilizaciones prehispánicas más importantes: la cultura maya, aunque al pertenecer a la época de declive de la misma no se puede considerar como uno de sus máximos exponentes (por ejemplo no hay muestras de escritura maya en Chichén Itzá y la arquitectura es más propia del valle de México que de la cultura maya). Se localiza en Yucatán, México. Su nombre deriva de las palabras mayas: Chi (Boca), Chen (Pozo) e Itzá (itzáes significa brujos de agua), al unir las palabras se obtiene la boca del pozo de los Itzá. "En la orilla del Pozo de los brujos de agua" o bien Chichén Itzá Huasteco Ch'iich'en (en estado/apariencia de pájaro), Huasteco Itzam' (Serpiente) Serpiente Emplumada2 es el nombre del que fue uno de los principales asentamientos de los mayas durante el período Posclásico en la Península de Yucatán. Se localiza al sureste de Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán.

Hacia el final del Clásico tardío (600-900 d. C. siglo IX) , Chichén se convirtió en uno de los más importantes centros políticos de las tierras bajas del Mayab. Para el principio del Posclásico (desde el año 900 hasta el 1527), la ciudad se había consolidado como principal centro de poder en la península yucateca. Las edificaciones de Chichén Itzá muestran un gran número de elementos arquitectónicos e iconográficos que algunos historiadores han querido llamar mexicanizados3 mezclados con reminiscencias del estilo Puuc de la arquitectura clásica maya. La presencia de estos elementos procedentes de las culturas del Altiplano Central fueron concebidas hasta hace algunos años como producto de una migración masiva o conquista de la ciudad maya por parte de grupos toltecas. Sin embargo, estudios más recientes4 sugieren que pudieron haber sido la expresión cultural de un sistema político muy extendido y prestigioso durante el Posclásico temprano en toda Mesoamérica.

De acuerdo con la evidencia disponible, es posible que muchas de las construcciones principales de la ciudad fueran incendiadas hacia el final del siglo XIII. Por lo tanto, se puede decir que el declive de Chichén Itzá se dio en un contexto de violencia, que conllevó a la pérdida de la hegemonía en el Mayab. En el año 987 d.C. se formó la Liga de Mayapán, que fue una unión de casas sacerdotales de la península, entre las más importantes, estaban: Uxmal, Mayapán y Chichén Itzá, sin embargo esta liga fue destruida debido a la declaración de guerra realizada por Hunac Ceel, quién se proclamó Halach Uinik de Mayapán, originando así la huída de los itzáes al Petén guatemalteco en el año 1194 d.C.

El yacimiento arqueológico de Chichén Itzá es patrimonio de la nación mexicana y propiedad de la Federación. El mantenimiento de los monumentos y la administración de la zona son facultad del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). A pesar de ello, los terrenos que ocupa la zona arqueológica son propiedad privada, como muchos de los monumentos considerados patrimonio nacional en México.

La zona arqueológica de Chichén Itzá fue inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988. El 7 de julio de 2007, fue reconocida como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo, por una iniciativa privada sin el apoyo de la UNESCO, pero con el reconocimiento de millones de votantes alrededor del mundo.

Guerreros, sacerdotes y comerciantes constituían la élite gobernante en Chichén Itzá. Introdujeron el culto al dios Kukulcán, el equivalente al Quetzalcóatl (serpiente emplumada) del Altiplano. Levantaron construcciones con taludes y muros verticales y representaciones del dios pájaro-serpiente. El militarismo fue el fundamento indudable de esta cultura. Esto se hace evidente en el monumento llamado Plataforma de las Calaveras donde exhibían, clavados en estacas, los cráneos de cientos de enemigos.

Hacia el año 325, la ciudad, que en un principio fue un pequeño poblado de chozas, madera y paja, floreció y sus habitantes comenzaron a erigir edificaciones monumentales cerca del cenote llamado Xtoloc. Al parecer, creció de manera dispersa en los primeros tiempos, para posteriormente ser diseñada cuidadosamente dejando grandes espacios entre los templos. Las distancias entre los edificios se cubrían de amplias calzadas o vías principales, elevadas sobre el suelo, llamadas Sacbés (caminos blancos, en maya).

El Templo de los Guerreros, El Observatorio, El Cenote Sagrado, El Juego de Pelota, son sólo parte de la grandeza de esta civilización y antigua metrópoli Maya.
Los monumentales edificios de la Gran Explanada de Chichén Itzá están presididos por la Pirámide de Kukulcán, uno de los edificios más altos y notables de la arquitectura maya. Es una pirámide de cuatro lados que culmina en un templo rectangular. Se asienta sobre una plataforma rectangular de 55.5 metros de ancho y tiene una altura de 24 metros. Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata que conduce al templo superior. Balaustradas de piedra flanquean cada escalera, y en la base de la escalinata norte se asientan dos colosales cabezas de serpientes emplumadas, efigies del dios Kukulcán.

En 1900 Edward Thompson adquiró la Hacienda de Chichén-Itzá que en su momento identificó la zona y realizó algunos estudios y al mismo tiempo saqueó objetos encontrados en sus exploraciones que posteriormente fueron entregados. Los europeos Francisco de Montejo y Landa realizaron las primeras visitas a la zona y dieron cuenta de la existencia de la ciudad.

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